Descubre el auténtico propósito de tus propósitos. Más allá de simplemente querer, es crucial amar lo que hacemos. Al entender el POR QUÉ de nuestras metas, lograrlas se vuelve más sencillo, llevándonos a disfrutar el camino y encontrar la felicidad duradera en cada acción..

Empecemos por conocer el significado de la palabra propósito, la Real Academia de la Lengua Española lo define como: objetivo que se pretende conseguir. Suena muy simple, ¿verdad? Y aquí es donde viene lo interesante, vamos a definir ahora el verbo pretender: Querer ser o conseguir algo. Un propósito es algo que se quiere conseguir o lograr, aunque desde mi punto de vista querer no es suficiente, ya lo decía José José “casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar…” no basta con desear algo, no basta con pedir que las cosas sucedan mágicamente, tenemos que hacer que sucedan, soñar no es suficiente, hay que despertar a la realidad y actuar; por eso digo que querer algo no es suficiente, es necesario amarlo con todo nuestro ser para lograrlo.

Cada fiesta de año nuevo hacemos una lista de propósitos que “pretendemos” lograr a lo largo del año y muy pocas veces cumplimos siquiera la mitad de esa lista, pero no sabemos por qué fracasamos; muchas veces culpamos a los demás o a la situación que nos rodea porque es más fácil culpar que asumir la responsabilidad ¿cierto?

¿Para qué quiero lograr todo lo que me propongo?

Hablemos de un par de propósitos muy comunes: quiero alimentarme mejor y quiero bajar de peso, empezamos bien uno, dos o tres meses cuando mucho y después lo olvidamos. Esto sucede porque no tenemos claro el PARA QUÉ queremos lograr todo lo que nos proponemos, no tenemos claro cuál es el propósito de nuestros propósitos, cuál es la finalidad de lograrlos, aunque parezca obvio: queremos mejorar nuestra salud, queremos vernos mejor físicamente, queremos tener mejor condición física, queremos tener más fuerza, entre otros; pero a final de cuentas debemos hacernos nuevamente la pregunta ¿PARA QUÉ? ¿Para qué quiero lograr todo eso? ¿Solo porque está de moda o porque la sociedad lo exige?

Volvamos nuevamente a la frase del príncipe de la canción “casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar…” queremos muchas cosas, queremos más dinero, queremos mejor cuerpo, queremos mejor salud, queremos viajes, queremos coche nuevo, queremos, queremos, queremos… y en qué momento nos dedicamos a AMAR en vez de querer solamente… amar nuestro cuerpo, amar nuestra salud, amar nuestro trabajo, amar nuestro tiempo, amar todo lo que tenemos, amar a todas las personas que están con nosotros, ése es el verdadero propósito de nuestros propósitos, AMAR LO QUE HACEMOS. Porque cuando hacemos las cosas con amor y desde el amor todo sale bien, todo funciona de maravilla y lo disfrutamos; no es necesario ir a un gimnasio costoso, podemos amar nuestro cuerpo y hacer ejercicio donde sea.

Debemos encontrar el propósito verdadero de hacer las cosas porque solo así las vamos a lograr, solo así van a perdurar y dejarán de ser momentáneas, no será tener buen cuerpo para ir a la playa en vacaciones solamente, será tener amor para mi cuerpo siempre, porque “el querer pronto puede acabar, el amor no conoce final…”

Si descubrimos el propósito de nuestros propósitos será más fácil lograrlos y podremos disfrutar el camino, entenderemos por qué estamos haciendo lo que hacemos y seguramente seremos felices, que a final de cuentas para eso es la vida, ¿apoco no?

Debemos encontrar el propósito verdadero de hacer las cosas porque solo así las vamos a lograr

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Francisco Castañeda Entrenador físico y creador del “Entrenamiento F7”

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