La Celebración del “Día de Muertos” en México es una de las más importantes, la cual se realiza en todos los Estados de la República con variantes propias de la región, teniendo como fin principal el recordar a nuestros antepasados y privilegia el recuerdo contra el olvido. Hay incluso diferentes nombres con los que se conoce a esta festividad, dependiendo del Estado o Pueblo Mágico donde se lleven a cabo, por ejemplo, en Morelos se conoce como el “Miquixtli” en Morelos: el “Xantolo” en Huejutla, Hidalgo, Mihcalhuitl en náhuatl, o sencillamente el “Día de Muertos.” En 2008, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO declaró esta festividad como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Lo anterior debido a su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria. Para la UNESCO, el encuentro anual entre los pueblos indígenas y sus ancestros cumple una función social considerable al afirmar el papel del individuo dentro de la sociedad. También contribuye a reforzar el estatuto cultural y social de las comunidades indígenas de México. El Mictlán, es el “País de los Muertos” en las Culturas Prehispánicas. El camino para llegar a éste, era muy tortuoso y difícil, pues para llegar a él las almas debían transitar por distintos lugares durante cuatro años. Luego, las almas llegaban al Chicunamictlán, lugar donde descansaban o desaparecían las almas de los muertos. Para recorrer este camino, el difunto era enterrado con un perro llamado Xoloitzcuintle, el cual le ayudaría a cruzar un río y llegar ante Mictlantecuhtli, a quien debía entregar, como ofrenda, atados de teas y cañas de perfume, algodón (ixcátl), hilos colorados y mantas.

Los entierros prehispánicos eran acompañados de ofrendas que contenían dos tipos de objetos: los que, en vida, habían sido utilizados por el muerto, y los que podría necesitar en su tránsito al inframundo, lo cual, de alguna manera, se recrea en las ofrendas actuales. En México la celebración del Día de Muertos varía de estado en estado, de municipio en municipio y de pueblo en pueblo, sin embargo, en todo el país tiene un mismo principio, reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá. En algunos sitios empiezan los rituales desde el 28 de octubre, pero son más significativos los días 1º. Y 2 de noviembre. El día primero de noviembre, es el día de “Todos los Santos” y se recibe a los “muertos chiquitos,” es decir, a los niños. El 2 de noviembre es el día de “Los Fieles Difuntos” donde se da la bienvenida a los muertos adultos.

PRINCIPALES TRADICIONES DEL DÍA DE MUERTOS

Los altares: Son ofrendas que principalmente se hacen en las casas, y también en algunos estados de la República se preparan en los panteones, y últimamente, con el propósito de conservar la tradición y evitar que se mezcle con expresiones no indígenas y de carácter comercial que tienden afectar su contenido inmaterial, también se realizan en escuelas, iglesias y edificios públicos. Componentes principales son las flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, o platillos que en vida le gustaban a los seres queridos a quienes se dedica la ofrenda, fotos de ellos y al igual que en los tiempos prehispánicos se coloca incienso, principalmente copal para aromatizar. Caminos de Flores y Velas: Para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se esparcen pétalos de flores de cempasúchil colocando velas trazando el camino que van a recorrer para que las almas no se pierdan y lleguen a su destino. En la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansan sus seres queridos. Calaveritas de azúcar: Son dulces en forma de cráneo, generalmente realizadas de dulce de azúcar, chocolate, amaranto, gomita, entre otros. Generalmente se venden en los mercados tradicionales. Pan de muerto: Es un tipo de pan dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con formas de huesos hechas con el mismo pan; se le espolvorea azúcar y se elabora con anís. Papel picado: También se suelen adornar las ofrendas con papel picado que es una artesanía mexicana que se elabora con papel de China recortado con figuras de esqueletos y calaveritas, este es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento. Calaveras Literarias: Son rimas como epitafios humorísticos de personas aún vivas que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión. Finalizan con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya muerto. Y como ejemplo, he aquí una Calaverita a nuestra Directora de la Revista Mujer Consciente:

VIANEY RICO. En el oscuro cementerio luce una nueva lápida Su triste epitafio reza lo siguiente: “Aquí yace Vianey Rico, quien sin duda fue Mujer Consciente, Sin embargo, no se libró de la huesuda.” Dicen que la calaca siempre celos le tenía, Por ser una mujer emprendedora y muy inteligente. Por eso le tendió una trampa, para llevarla a la tumba fría. Hoy Vianey, en el más allá sigue creando Pues su espíritu siempre está inventando Y con los seres del inframundo ya inició El entrenamiento para ser feliz en el panteón.

Por: Rosalba Robles Tapia. Escritora mexicana.

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