El pasado 28 de julio fue determinado como el “Día de no Retorno”. Según el científico Alessandro Galli de Global Footprint Network. Ya que para el 2023 fue el año en que se agotaron todos los recursos disponibles para el presente año.

“El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra es la fecha en la que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad en un año concreto supera lo que nuestro planeta puede regenerar en ese año. Esa fecha es calculada por la Global Footprint Network, una organización de investigación internacional que ofrece a los tomadores de decisiones un menú de herramientas para ayudar a la economía humana a operar dentro de los límites ecológicos de la Tierra, analizando la evolución mundial de dos parámetros: la biocapacidad (o capacidad de regeneración biológica) y la huella ecológica (nuestra demanda de recursos). Es cierto que no todos los países consumen sus recursos a la misma velocidad y que sin duda hay una relación directa entre el gasto y los países más desarrollados, en donde se vive con mayores niveles de bienestar. El cuestionamiento siempre será si ese “bienestar” al no ser sustentable y sostenible en el tiempo realmente puede llamarse de esa manera. Esto significa que cada año se genera un déficit hasta de 80% en la capacidad de generar sus propios recursos para el próximo año. Sumado a ésto, debemos agregar las nuevas tendencias de consumo, los movimientos de población y las turbulencias climáticas. Bajo este contexto, si lo vemos objetivamente, cada vez estos países desarrollados requieren utilizar los recursos de otros, lo cual eventualmente podría desencadenar los mismos problemas que en otros tiempos han llevado a la invasión de territorios, y aún así, esta tendencia podría llevar a consecuencias irreversibles.

Cuando vemos este tipo de reportajes en los medios de comunicación, es frecuente pensar que no tenemos una participación directa dentro del fenómeno o bien que alguien más, ya sea las organizaciones ecologistas, los gobiernos, la ONU están obligadas a resolverlo. La cultura de lo desechable, el exceso de envases individuales de un sólo uso, la imposición de modas cada vez más efímeras que incorporan, cada rincón de la vivienda y a cada individuo incluyendo plantas jardines y mascotas, los materiales impresos de propaganda, el exceso en el uso de vehículos, la ausencia cada vez mayor en los trabajos agrícolas, la sobre urbanización de las zonas rurales, la sobreproducción de basura, son tan nocivos como el desperdicio de residuos industriales a gran escala. En Mujer Consciente sabemos plenamente que no podemos hacer todo, pero siempre estaremos difundiendo una cultura de hacer lo que si podemos hacer porque estamos seguros de que cada pequeña participación genera una gran cadena que puede marcar esa diferencia. ¡Entrar en conciencia! ¡Esa es la clave! No entrar en conflicto con el bienestar, lo opulencia o la comodidad, hacerlo, pero siempre desde una visión de sustentabilidad para todo el ecosistema y sostenible en el tiempo. ¡Es tiempo de actuar! Si en el hogar o la oficina adicionamos a las plantas de ornato algunos comestibles, hiervas medicinales y frutales; además de tener productos orgánicos deliciosos, mantendríamos mejores niveles de salud y por tanto, menor necesidad de medicamentos y más horas de productividad saludable. Si evitamos el consumo de alimentos envasados individualmente especialmente con materiales de un solo uso, evitaríamos el consumo de los recursos naturales para su elaboración; la energía, el transporte, el almacenamiento y el desecho.

Illiria Nineth Asiain Serrano

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