Mucho se ha mencionado en el ramo de las emociones que, cuando se está deprimido uno de los factores suele ser, centrar la atención en el pasado, en acontecimientos, circunstancias, etapas vividas que representaron situaciones afortunadas o desafortunadas; es decir, se pudo haber tenido una etapa de abundancia que concluyó, un incidente o experiencia que te dejó marcado de manera positiva o negativa. Algo que debemos tener claro es que lejos de traumarte o frustrarte se requiere decidir superarlo y no anclarse, ni volverlo un pensamiento recurrente; analizar y decidir, lo dejo ahí, donde pertenece en el pasado.

Es importante saber que una de las funciones que traen los acontecimientos pasados son pues, definir nuestra evolución personal, sumar experiencias y sobre todo que sí, y que no debo continuar haciendo; que aprendí y qué valoré de lo que viví.

Las etapas del proceso IDEAL deberían ser: experimentarlo, asimilarlo (vivir el duelo), y superarlo sabiendo que de ello surgió una nueva experiencia, un nuevo conocimiento. Que sin duda suma a mi realidad actual. Y me convierte en un ser diferente y experimentado.

Otro de los estados de ánimo que se puede presentar cuando no se vive el aquí y el ahora es: LA ANSIEDAD. Que en general detona falta de autocontrol. Esta emoción incurre en centrar la atención en el futuro, así es, me concentro en cómo voy a resolver algo que aún no acontece y que aunque puede ser en un futuro cercano, ¡No es hoy, ni ahora!; por citar un ejemplo: ¿Cómo me va a ir en la exposición de mañana?, ¿Seré capaz de actuar con asertividad en determinada situación?, ¿Conseguiré que mi negocio sea exitoso?. Pueden ser preguntas que ocupen continuamente tus pensamientos y que lejos de fortalecerte te debiliten continuamente.

Berenice Mejía Esquivel

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Terapeuta Holística