EL ABSURDO DE LA CULPA Y COMO DEJAR DE SENTIRLA

May 1, 2023

La culpa es un mecanismo en el que, a partir de un acto u omisión, realizamos un “juicio moral” de nuestra conducta (incluso de nuestros pensamientos) y “dictaminamos” que hemos cometido un error y deberíamos tener un castigo.

La culpa es un absurdo por lo que uno se siente mal por lo que omitió o por lo que hizo y es absurdo sentirse mal cuando uno pensó que era la mejor opción en ese momento. El sentimiento de culpa está, en general, acompañado de emociones no placenteras como tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento, entre otras, y de pensamientos reiterativos e improductivos; y funciona de un modo diferente según su origen temporal. Así, podemos sentir culpa por algo que no hicimos, estamos haciendo o haremos ; y las personas coinciden en verse afectadas por un sentimiento que les produce un gran malestar y afecta a sus decisiones, relaciones y experiencias. Es un sentimiento que actúa a diferentes niveles y en el que influyen la educación más temprana en la familia, los estereotipos sociales y los propios aspectos psicológicos individuales. la culpa es adaptativa–, su función es reconocer los errores y poner en marcha conductas de ajuste y reparación. En este caso, la culpa nos ayuda a no transgredir ciertas normas y códigos éticos, digamos que enciende un «aviso» que nos previene de cometer errores que podrían tener graves consecuencias. Freud decía “EL HOMBRE APRENDE POR SUS EXPERIENCIAS Y POR SUS EQUIVOCACIONES”, por lo que debemos crecer en sabiduría por nuestras fallas y aciertos, convertir los errores en experiencias para aprender de ellos y así hacer que valgan la pena.

Los juicios que hacemos sobre nuestros actos y que provoca un sentimiento de culpa, son ideas, y no tienen por qué ser reales, el sentimiento de culpa surge de un proceso subjetivo, es decir, está determinado por nuestra interpretación y valoración de los hechos. Según Echeburúa “la culpa y la vergüenza son conceptos asociados pero diferentes.” La culpa se siente ante una conducta concreta “he hecho algo malo, he cometido un error”, mientras que la vergüenza implica una auto descalificación global “soy mala persona, mala pareja, mal trabajador, mal padre o mala madre”. Así una persona con tendencia perfeccionista se sentirá culpable cuando no alcance un 10 en una prueba, aunque su puntuación haya sido un 9, que es verdaderamente satisfactoria y que, a muchas personas, al contrario de hacerles sentir culpables, les llenaría de satisfacción.

Consejos esenciales para liberarse de la culpa: 1. Identifica la conducta que te produce la culpa. Piensa qué es lo que te hace sentir culpable para poder detectarlo. 2. Acepta que los errores forman parte de la persona, son la clave del aprendizaje y del cambio y no un signo de torpeza o fracaso. 3. Piensa que no se puede ser perfecto en el cumplimiento de normas, sobre todo cuando tenemos la tendencia a exigirnos más de lo que podemos dar. 4. Expresa verbalmente cómo te sientes, tu arrepentimiento ante el error cometido. 5. Solicita el perdón por haber causado daño. No solo muestra tu arrepentimiento sino también haz saber que solicitas el perdón por el daño cometido. 6. Repara el daño. Pon en marcha conductas para hacer consciente a la persona implicada que no solo te arrepientes y pides perdón, sino que también no vas a repetir el daño. 7. Responsabilízate. Sustituye la culpa por la responsabilidad.

Por Silvia Topete

Psicóloga especialista en Tanatología

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