Imagínate que eres tan bueno en lo que haces, realizando tus actividades con esmero y excelencia, que a donde quiera que vayas, la mayoría de la gente te reconoce, aplaude y respeta; en definitiva, una sensación magnífica, ¿estás de acuerdo?

Imagínate que has llegado al punto más alto de tu carrera, de tu profesión, relaciones personales e incluso de tu estabilidad financiera, ¡sería increíble! ¿A poco no? Algo que para muchos es mágico e irreal, para ti es completamente realizable.

Tú éxito no depende de las circunstancias, ni de la suerte o casualidad, sino de tu voluntad, preparación, constancia, disciplina, tenacidad, actitud positiva y de tu inconmovible fe en ti mismo; sin embargo, debes asegurarte de que esta fe no se forme en el aire, convéncete de que solo una persona te ayudará en todo momento, esa persona eres tú. Cree y confía en ese compañero inseparable, independientemente de tu creador, Dios o el Universo, tú mismo eres el creador de tu vida.

¡Vive cada instante! No permitas que el pasado se adueñe de tu presente y futuro, tienes la posibilidad de inventar tu propio porvenir mediante las decisiones que tomas día con día. Procura que la confianza en ti mismo sea más grande que tus temores; hacer de tu interior un espacio agradable, te permitirá conocer las maravillas del exterior. La puerta de la felicidad se abre de adentro hacia afuera ,al abrir esta puerta, no tengas expectativas de lo que podrás recibir, sin importar que, brinda amor y buena disposición y te devolverán lo mismo. Cada día al despertar, recuerda que tú estás eligiendo cómo deseas vivir, sino actúas, la vida actuará sobre ti .

Coach Transformacional

Alberto Delgado Duran

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