Aprendiendo a amar

Feb 1, 2023

En ocasiones, aprender a responsabilizarnos de nuestra vida se complica. La cuestión es sentirnos bien para poder compartir con los demás desde el bienestar y la plenitud, no desde la falta y la necesidad. Una cosa es la autocrítica constructiva y otra la autocrítica despiadada que nos golpea y nos hunde; aceptar el sufrimiento útil y necesario, y otra muy distinta acostumbrarnos al dolor que nos propiciamos en aras de “limpiar culpas” o “tratar de ser dignos” para que alguien nos ame.

De pequeños nos enseñaron que querernos mucho era señal de egoísmo “COMPARTE”, “SALUDA”, “DALE UN BESO”. Lo que NO NOS DIJERON era que valoráramos cuidar nuestro cuerpo y alma, imprescindible para tener una buena calidad de vida y necesario para poder entablar vínculos sanos y nutritivos.

La imagen que tienes de ti mismo es aprendida, se almacena en la experiencia la memoria de largo plazo en forma de creencias y teorías; así que cuando configuras un autoesquema negativo sobre tu persona, te acompañará por el resto de tu vida. Si no te esfuerzas en modificarlo, si no te perdonas, si te fastidia estar contigo mismo, si no te soportas y te menosprecias; entonces no te amas.

Una cosa es ser ególatra, egoísta o egocéntrico (incompetente para reconocer diferentes puntos de vista) y otra muy distinta ser capaz de aceptarse a sí mismo de manera honesta y genuina. A veces no dejamos entrar al amor propio por evitar la pedantería insufrible del sabelotodo por eso cada día reafirmo la idea de que el poder habita dentro de nosotros; nada está afuera. Solo tenemos que mirar hacia dentro y tomar la decisión de auto descubrirnos.

10 pasos para aprender a amarte a tí mismo:

Sin críticas. Abandona la crítica, Escoge pensamientos nutritivos.
Relájate. No te atemorices creando una situación pequeña, circunstancias agobiantes. (La mente es tan buena directora de cine que crea películas de terror).
Respétate. Sé agradable y amable contigo.
Ten paciencia. Tolera las adversidades con fortaleza.
Sé amable con tu mente. No hay alimentos pensamientos negativos: dolor, culpa, resentimiento, envidia, ansiedad, odio, amargura, estrés, rabia, ira, etc.
¡Elógiate! Reconoce tus logros, habilidades, esfuerzos y virtudes.
Conócete. Explora tus aptitudes y ubica tus limitantes, abraza tus imperfecciones y trabaja en mejorar tus aspectos más débiles.
Medita. Cierra los ojos y respira de manera consciente, despeja tu mente.
Escucha tu intuición. Contacta con tu sexto sentido y agudízalo.
Prioriza. No desde el egoísmo, pero desde el amor, si no eres servicial, amoroso, respetuoso y amable contigo primero, no puedes serlo de corazón con los demás.